La Fundación
Española de Nutrición ha
manifestado que los alimentos típicos de la Navidad,
ya sean dulces o salados, no son perjudiciales en sí mismos sino que es la cantidad
y el descontrol alimenticio personal lo que les convierte en un
inconveniente para nuestra salud.
Muchos de nosotros, de forma consciente
o inconsciente, nos damos atracones en Navidad. Pero las comidas festivas,
además de abundantes, no siempre son del todo saludables y se acompañan de
bebidas alcohólicas, que además de calorías contienen, como su nombre indica,
alcohol (una sustancia tóxica y adictiva). La combinación puede tener
consecuencias indeseadas, algunas de las cuales podrían empañar la alegría de
las fiestas. Por ello, en estas fechas, es importante prestar especial atención
a nuestros hábitos dietéticos.
Las principales
consecuencias del descontrol alimenticio en navidad:
1. Exceso de
alcohol en las fiestas
En
España, el alcohol nos aporta el 5% de nuestra ingesta energética, pero en
Navidad la cifra aumenta, ya que somos más permisivos con el consumo de bebidas
alcohólicas. En la mayoría de reuniones es frecuente beber alcohol.
Las
bebidas alcohólicas aumentan el nivel de obesidad, pero ésta no es la
consecuencia mas importante de dichas bebidas.
El
alcohol eleva las tasas de mortalidad en Navidad por algo distinto a sus
calorías. Estas bebidas, además de intoxicaciones (más frecuentes en las
fiestas), pueden generar el síndrome cardíaco festivo, relacionado con los
eventos cardiovasculares, que se une al aumento de accidentes de tráfico que
ocasiona dicho consumo.
2.
Menú de Navidad: empachos y digestiones pesadas
El
sistema digestivo tiene una capacidad y funcionalidad limitadas, por lo que no
conviene abusar de las comidas.
Estamos
acostumbrados a cuidarnos, a reducir la ingesta calórica, las grasas, los
hidratos de carbono...Pero parece que en los días festivos de Navidad todo está
permitido.
Pasamos
de llevar una alimentación saludable, o a veces incluso por debajo de las
calorías necesarias para “prepararnos” para las comilonas Navideñas.
El resultado como es lógico,
si nos excedemos con la cantidad de
calorías que ingerimos, nuestra
digestión se resentirá, ya que nuestro sistema digestivo tiene una capacidad y
funcionalidad limitadas.
Las secuelas del empacho
suelen ser: sensación de pesadez, dolor estomacal, ardor, acidez, e incluso,
vómitos. Y ello no solo es fruto de las comidas copiosas, sino también de las
bebidas.
3. En Navidad, más
episodios cardiovasculares
La
Navidad, pese a que es un momento mágico de encuentro con los seres queridos,
se asocia con un aumento significativo de las muertes por eventos
cardiovasculares.
Se
estima que las muertes relacionadas con el corazón aumentan un 5% en la
temporada de fiestas de fin de año. Aunque sobre este riesgo influyen muy
diversos factores (se demora la solicitud de ayuda médica, los niveles de
personal sanitario son insuficientes, etc.), la alimentación es uno de ellos y
no el menos importante.
Un
gran grupo de población padece hipertensión e hipercolesterolemia, y aunque
todos debemos cuidarnos este grupo de riesgo debe poner especial atención a
dichas comilonas, no sólo por el exceso de comida, sino por el tipo de ella. A
estos menús navideños les acompaña una cantidad de nutrientes perjudiciales
para su grupo de riesgo como son las grasas saturadas, grasas trans, azúcares,
y abuso de sodio.
4. Aumento de peso por los
excesos navideños
Todos
sabemos que las comidas Navideñas nos pasan factura el resto del año. Aunque la
media popular suela decir que el aumento de peso en Navidades por cada persona
es de 2 a 3 kilos, la realidad suele ser algo inferior, pero mínimo cada español después de Navidad pesará entre
medio kilo o 1 kilo mas al acabar las fiestas.
Principales
errores que cometemos en las Comidas Navideñas.
·
El abuso de comida, siempre
ponemos en la mesa mucho mas de las raciones que se deben ingerir
·
Mezcla de todos los grupos
de nutrientes, no es que sea perjudicial mezclar cada grupo de nutrientes, el problema
es que se abusa de todos, tanto salados, como dulces y todo acompañado por
buenas cantidades de alcohol.
·
Comidas y cenas muy largas,
alargamos las comidas y cenas dado que estamos en reunión y disfrutando de la
familia a horas y horas. No nos damos cuenta pero como la comida sigue en la
mesa, seguimos picando sin hambre y sin ganas.
Lo importante es que en estas fiestas disfrutemos con los nuestros, pero no nos pasemos, sobre todo los días sin celebraciones. Esperamos que os guste este post y que paseis unas felices fiestas.